Pareja, matrimonio y familia
Ser pareja, matrimonio y familia no está de moda hoy en día.
Nosotros tenemos nuestra propia experiencia como pareja, matrimonio y familia.
En los últimos años hemos gozado de la oportunidad de compartir con otras parejas estas cuestiones. Y por eso hemos desarrollado una perspectiva propia. No es la ni la mejor, ni la peor. Es la nuestra.
Hemos seguido el camino que hacen la mayoría de las personas, por eso hablamos de una experiencia común.
Éramos dos personas que un buen día se encontraron, y tras un periodo de tiempo decidimos tomar un camino común. Un camino que como la mayoría veíamos que nos cambiaba la vida, y nos ocupaba el resto de la vida.
Con todas las alegrías, tristeza y dificultades que también han vivido los demás. Integrando la herencia cultural y las costumbres que creímos oportunas, y que han sido recibidas de nuestra respectiva familia de origen.
Con el paso de los años asistimos al crecimiento y despegar paulatino de los hijos.
Esto nos ha permitido ser testigos y protagonistas de momentos buenos y menos buenos: alegría, ilusión, esperanzas, tristezas, dolor, frustraciones, cansancio, etc.
Hemos visto las experiencias del nuestro entorno en amigos, familiares, vecinos, conocidos y la sociedad que nos ha tocado vivir.
Con todo esto queremos decir que la familia y el matrimonio, es fuente de la mayor satisfacción que puede tener la persona.
Pero no se podemos ocultar que también es origen de un gran sufrimiento y frustración cuando la familia se malogra.
En ocasiones hemos encontrado parejas que tan sólo comparten un espacio físico, y poco más. Personas con el paso de los años eligiendo su individualismo, carecen de un apoyo afectivo y amoroso en el ocaso de su vida. Vidas llenas de actividades que potenciaron sensaciones intensas, pero que les han impedido darse el uno al otro.
Por eso creemos que hay que hablar de la familia. Con preguntas fáciles y difíciles. De la vida lograda, la felicidad deseada y la satisfacción propia de la persona.
Y es el motivo de esta página.
Lo iremos construyendo poco a poco, intentando equivocarnos lo menos posible. Igual que se construye la familia, y se recorre la propia vida.